
¿Qué es el capital flotante y por qué es clave para los inversores?
¿Qué es el capital flotante o free float?
El capital flotante (o free float) se refiere al porcentaje de acciones de una empresa que está disponible para ser comprada y vendida libremente en el mercado. Excluye acciones que están en manos de directivos, fundadores o inversores institucionales que no suelen operar con ellas en el corto plazo.
Por ejemplo, si una empresa tiene 100 millones de acciones emitidas, pero solo 60 millones están disponibles en el mercado, entonces su capital flotante es del 60%.
¿Por qué es importante para los inversores?
El capital flotante afecta directamente la liquidez de una acción. Cuanto mayor sea el porcentaje disponible para transacciones, más fácil es comprar y vender sin provocar cambios drásticos en el precio. Esto es vital para inversores minoristas y grandes fondos que buscan ejecutar operaciones con eficiencia.
Además, los índices bursátiles como el S&P 500 consideran el capital flotante al ponderar las acciones que lo componen. Esto puede impactar la inclusión o permanencia de una empresa dentro del índice.
Ejemplos reales: Apple y Tesla
Apple tiene un capital flotante superior al 99%, lo que permite que se negocien enormes volúmenes de acciones cada día sin afectar mucho su precio. En cambio, empresas con un flotante reducido pueden tener una mayor volatilidad, como fue el caso de Tesla en sus primeros años, donde gran parte de las acciones estaban en manos de Elon Musk y el equipo directivo.
¿Cómo influye el capital flotante en la volatilidad?
Una acción con poco capital flotante puede experimentar movimientos bruscos de precio con pocas operaciones. Esto representa un riesgo adicional para el inversor que podría no conseguir vender al precio deseado si la demanda cambia repentinamente.
Por el contrario, una acción con alto free float suele ofrecer una experiencia más estable, ideal para estrategias de mediano y largo plazo.
Conclusión
Entender qué es el capital flotante permite a los inversores evaluar mejor la liquidez, estabilidad y riesgo de una acción antes de invertir. Es un dato clave que muchas veces pasa desapercibido, pero que puede marcar una gran diferencia en la rentabilidad y estrategia del portafolio.